LAND OF THE VOLUNTARY

Con el habitual estilo de rodillo apisonador, la Empresa continúa con su intención de aplazar un tercio de las vacaciones de la plantilla (ocho días) a dos años. Así que se han celebrado tres reuniones “oficiales” entre la Dirección y la representación laboral, bajo el epígrafe de “Acuerdo de Medidas Excepcionales”
Lo primero que sucedió fue que, ese sindicato que en las visitas a las oficinas se dedica a acusar a UGT “de no querer negociar nunca”, lamentó que los trabajadores conocierais la intención de la Empresa, por lo que manifestaron, estaban recibiendo llamadas y correos de compañeros muy enfadados… y, claro, así les resulta muy difícil negociar.

Vamos a recordar y actualizar algunas novedades de la propuesta:

• Aplazamiento “voluntario” de hasta ocho días de vacaciones, recuperables en los “dos” años siguientes, hasta 4 en 2021 y el resto en el 2022. A lo que habría que añadir los días de libre disposición por superar los exámenes MIFID y LCCI y el día de las fiestas locales, cuyo disfrute se ampliaría hasta 31/12/2021.

• “Se recomienda” que las vacaciones se cojan entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, estando consumidas la mayor parte a 15 de noviembre. O sea, “se recomienda” que en diciembre no se disfruten vacaciones.

• Se comprometen a cumplir lo que ya se comprometieron a cumplir en anteriores acuerdos, siempre vinculando a lo que disponga el Convenio Colectivo que se está negociando. Es decir, de nuevo promesas sin credibilidad. Humo.

¿Y qué justificación o necesidad apremiante esgrime la Dirección para realizar esta proposición? Pues las excesivas cargas de trabajo actuales y las que prevén para el último trimestre del año. Sin rubor alguno, sin ningún estudio, previsión de cargas de trabajo o proyección con las nuevas circunstancias. O sea, como ocurrió con la negociación de los Horarios Singulares, la representación de los trabajadores tiene que efectuar un acto de fe y creerse las necesidades que la Empresa plantea, para comprobar una negociación posterior que el planteamiento no resultaba rentable. Aquellos sindicatos que firmaron estos acuerdos parecen, ahora también. dispuestos a firmar esta nueva propuesta.

Recordemos, además, que hace unos meses se inició la tramitación del enésimo ERE, cuya negociación está suspendida y pendiente de finalización.

Así pues, la bola de cristal de la Dirección (ya que no presenta estudio alguno que justifique esta excepcional medida), prevé una avalancha de trabajo que, en realidad, comenzó hace más de un mes y que muchas oficinas han ido afrontando con plantillas muy mermadas. Y ahora que el Presidente del Gobierno pide a los españoles que planifiquen sus vacaciones, algunos sindicatos, que quieren firmar esta propuesta, repiten a modo de mantra que, tal y como están las cosas, los trabajadores no van a poder viajar mucho y que por ello parece viable que “quieran guardarse” ocho días de asueto para los años venideros. Buscan justificación para
su previsible firma.

UGT sabe que las vacaciones de los trabajadores constituyen un derecho
fundamental. El propio Tribunal de Justicia de la UE así lo reconoce, del mismo modo que la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Las vacaciones laborales son un derecho y una obligación hasta el punto de que la ley prohíbe que puedan ser sustituidas por una compensación económica salvo en el caso de un finiquito.
Por ello, UGT entiende que ni la representación sindical ni la de la Empresa está legitimada para disponer del derecho a las vacaciones.

Por otra parte, todos sabemos cómo se maneja la “voluntariedad” en esta
Empresa: renuncias a cargos, prolongaciones de jornada, asistencia a reuniones fuera del horario laboral, trabajo en Semana Santa y demás festivos, etc.

Como podemos comprobar a diario, esta empresa está llena de acciones
“voluntarias” de sus trabajadores y trabajadoras. En el caso de las vacaciones, parece que la Dirección quiera asegurase esa “voluntariedad” con la firma de los sindicatos en un Acuerdo.