La situación de crisis sanitaria y el estado de alarma declarado en España el pasado 14 de marzo provocaron la suspensión de las reuniones de negociación del periodo de consultas del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) abierto por el Ibercaja en el mes de febrero.
Después de dos meses de suspensión y debido a la persistencia de la incertidumbre sobre el impacto organizativo y económico, nos acaban de comunicar la decisión, que ayer tarde tomó el Consejo de Administración, de terminación por desistimiento de la empresa del proceso de Reestructuración planteado.
Alegan dos razones, una material, consistente en la aplicación del criterio de prudencia a la gestión y otra jurídica por efecto de la primera, ya que la continuidad en las prorrogas generaría inseguridad jurídica a un futuro Acuerdo.
Afirman que el proceso de reestructuración sigue siendo necesario, pero la situación ha cambiado y habrá que volverla a evaluar en el futuro próximo para tener una valoración del impacto y de la nueva situación y así replantear el impacto, el efecto, la intensidad, el modo, etc. de un nuevo proceso que se pueda a plantear.