LA RED LLEGA DONDE NO ALCANZA RRHH

Nos horroriza que la Dirección de la Red, a través de sus mandos intermedios, trate de gestionar a los empleados y empleadas de las oficinas y territoriales. Cualquiera podría pensar que esto es competencia de la Dirección del Área de Personas, pero lo cierto es que esa área es de todo menos de Personas… Gestionan nóminas, cursos, algunas secciones sindicales, burocracia… pero personas no. El nombre les tocó en una tómbola, como el de EFR. Y aun así, no dan abasto. Por ello la Red llega donde no alcanza RRHH.

Desde la Dirección de la Red pretenden saber qué necesitamos las Personas que formamos Ibercaja. Y, en su incompetencia, han eliminado la empatía y la han sustituido por latigazos. Son los únicos/as que en verdad creen que la plantilla de esta entidad, elegida por otros mandos intermedios, no sabe trabajar por sí misma. Su incapacidad les induce a estar convencidos de que lo que necesitamos es presión, amenazas y apretar hasta que ahogan.

Así, ahora han tenido la “feliz” ocurrencia de hacer circular entre los directivos/as de la entidad y a escondidas de la representación sindical, una hoja de Excel (casi parece que no supieran utilizar la Sistemática Comercial) para tratar “empleados con bajo rendimiento”.

¡¡Hasta aquí podríamos llegar!!

Estos mandos intermedios están pidiendo a las directoras y directores de las oficinas de la Red que señalen “culpables”. Y esto es muy grave porque puede ser el origen de un expediente disciplinario por bajo rendimiento, o provocar que alguien mal venda productos poniendo en riesgo su trabajo o termine sucumbiendo a la mala praxis con tal de dejar de sentir el aliento en su nuca.

Además, desde la Dirección de la Red aportan una lista de motivos para que elijan la causa del supuesto “bajo rendimiento”. A saber: no lo intenta, no se organiza, no conoce productos, no sabe cerrar, falta agresividad, no es directo, miedo a la venta. Todo imputable exclusivamente al trabajador/a.

Desde UGT queremos hacer llegar a la Dirección de la Red los verdaderos motivos por los que una persona que trabaja en una oficina, cuya trayectoria acredita sobradamente su profesionalidad, puede vender menos que hace años:

• La Dirección le ha obligado a echar a los clientes de la oficina para reducir plantilla y costes: se ha eliminado por tanto la aportación estimable de la venta reactiva
• Al eliminar plantilla “sobrante” ERE tras ERE y cerrar oficinas, se acumula el trabajo administrativo que nos piden los supervisores y que sacamos adelante los y las que quedamos,
• Puede estar siendo víctima de acoso laboral por la excesiva presión proveniente de la Dirección de la Red, con la carga emocional y psicológica que esto conlleva; todo ello ante la inacción del Área de Personas “que no da abasto”.
• Algunos productos pueden no ser adecuados para los clientes que gestiona,
• No tiene la intención de engañar a nadie para que contrate algo que no le conviene o que no puede entender (esto se llama PROFESIONALIDAD Y HONESTIDAD).
• Los clientes están hartos de que Ibercaja no quiera atender sus necesidades (los cambios en el servicio de efectivo, la subida tras subida de comisiones, las exigencias para la contratación de una simple cuenta, de un préstamo…) y que sólo les llamen para satisfacer las de la entidad.
• La asignación de objetivos y metas es errónea, arbitraria e inalcanzable,
• La agresividad comercial es contraproducente y a medio y largo plazo produce un gran rechazo en los clientes … Y podríamos seguir durante varios comunicados.

Ellos/as (Directivos/as) rompen, nosotros/as (plantilla) parcheamos sin medios; ellos/as (clientes) contratan nuestros productos nos mandan a la …

Si eliminamos la palabra “Personas” de la ecuación y algunos/as líderes carismáticos/as creen estar tratando con esclavos/as, la pirámide se rompe por la base y todos vamos al suelo.

¿La solución?

La conocen bien: reconocer sus errores y rectificarlos dotando a las oficinas de suficiente personal para no sobrecargarlas de labor administrativa; conocer las necesidades de nuestros clientes, satisfacerlas y volver al trato cercano que de verdad les vincula con la Entidad y nos da su confianza. Que la Dirección reconozca la profesionalidad de la plantilla de Ibercaja. No estamos hablando de palmaditas en la espalda, sino de que deje de recortar derechos, y cicatear remuneraciones llevando la valoración de nuestro trabajo a mínimos, cuando sus exigencias son máximas. Que deje de hacer la vista gorda ante los casos de acoso laboral e instaure climas de trabajo motivadores y de colaboración, estableciendo objetivos claros, concretos y alcanzables, evitando la competencia entre oficinas y personas…

Y, sobre todo, que el Área de Personas asuma de verdad el papel que le corresponde si quiere hacer honor al nombre que se puso. Hasta el momento actual, sólo fue una operación cosmética, de pósit de colores y atrezo teatral. Al final, si nada cambia en la Dirección de la Red, ni en la Dirección de Recursos Humanos, habrá que concluir que su incompetencia está respaldada por quien les manda y habrá que exigir las responsabilidades pertinentes.