Sindicalismo por San Valentín

El pasado 14 de febrero, suponemos que, bajo el influjo amoroso de San Valentín, la mayoría sindical de iberCaja emitió un hermanado comunicado tratando de vender las bondades de la renovación del Acuerdo sobre Horarios Singulares (que cada vez son menos singulares). Por supuesto, nos estamos refiriendo al hermanamiento de estas cuatro secciones sindicales con la Empresa, que no se ha visto nunca en una mejor: no sólo obtiene todos y cada uno de sus objetivos a coste cero, sino que encima tiene quien edulcore a los trabajadores lo que les viene encima.

En primer lugar, hemos de destacar la inoportunidad del propio Acuerdo. Anunciada una nueva restructuración, capitaneada otra vez por el equipo de Sagardoy, si esa mayoría sindical hubiera empatizado con los trabajadores en lugar de hacerlo con la Empresa, habría supeditado la firma de este acuerdo a la negociación del ERE que está por venir. Una baza estratégica derrochada en favor de la Empresa, que ya tiene uno de sus objetivos cumplidos, repetimos, a coste cero y a cambio de nada.

Y ahora al grano. Afirman que se adquiere el compromiso de negociar sobre… ¿compromiso de negociar? En el Acuerdo de 2016 existió el compromiso de negociar el establecimiento de un registro de jornada y… se lo llevó el viento. Cuando la sentencia de la AN que obligaba a las entidades a implantarlo fue demolida por el TS, el compromiso se desvaneció y los firmantes del Acuerdo no hicieron nada para obligar a la Empresa cumplir lo acordado.

“Reducen a casi la mitad el número de centros afectados…” ¡Qué gran logro sobre todo si tenemos en cuenta que, tras tres años y medio de horarios singulares, sólo había 19 oficinas y 4 centros de negocios afectados! La Empresa hace mucho tiempo que comprendió que el número de oficinas contempladas en el acuerdo original era una barbaridad inviable. Lo que, por cierto, no habla muy bien de quienes firmaron tal aberración. O sea, de nuevo humo.

“Contempla la adhesión voluntaria…” Como el de 2016, claro. Y si eres gestor/gerente y a tu centro le asignan horario singular, ¿sigue siendo voluntaria tu adhesión? ¿O podrían cesarte? Establecen que debes ser tú quien solicite la adhesión para que así parezca voluntario, pero no hacerlo trae consecuencias negativas. Ése el criterio de voluntariedad que maneja esa “mayoría sindical” que ahora está negociando un ERE. Es para echarse a temblar.

“Incorpora nuevas figuras de Gerentes/Gestores comerciales de Negocios y de Banca Personal Digital” ¿Y es eso es bueno?  ¿Para quién? ¿Para los trabajadores o para la Empresa? No sólo incorpora a nuevas figuras. También se incrementa el número máximo de trabajadores afectados pasando de 600 a 675, más directores, más trabajadores de los Servicios Centrales (unos 50). En la actualidad estaban afectados 415 compañeros.

“Mejora las competencias de la Comisión de Seguimiento…”  Seamos claros: en las Comisiones de Seguimiento de cualquier acuerdo sólo están los sindicatos firmantes y en iberCaja, en ausencia de UGT, son el instrumento utilizado por la Empresa para comunicar a los comprensivos firmantes las decisiones que unilateralmente adopta. No cabe negociación. No hay objeciones, ni vigilancia activa por parte de nadie. Es la forma de discriminar y ocultar a los no firmantes del acuerdo aquello que se decide y compromete a los trabajadores. Con la connivencia y complicidad de todos los miembros de la Comisión. Y esto, lamentablemente, va a seguir siendo así.

“Incrementa los complementos económicos…” Como la Dirección se ha percatado que no existe demanda para tener trabajando tres tardes semanales a los gestores, las ha rebajado a dos o una. Es decir, van a trabajar menos tardes. Lo que la Empresa ha conseguido es, por tanto, redistribuir las compensaciones económicas de manera que esta nueva aventura no les cueste ni un solo céntimo más. Y ello ampliando el número de afectados.

Lo más triste de todo es que esto está refrendado por el 78’86% de los representantes elegidos en la últimas elecciones, que se han visto abocados a tener que emitir una explicación que habría suscrito la misma Empresa y que está llena de falsedades y humo.

Y ahora, el ERE con estos mismos actores más Sagardoy. Que San Valentín nos ampare de esta “unidad sindical” que de sindical no tiene nada de nada.