06 de marzo de 2020

Por OIT

MÁS ALLÁ DEL TECHO DE CRISTAL: POR QUÉ LAS EMPRESAS NECESITAN A LAS MUJERES EN PUESTOS DIRECTIVOS

Hoy, las mujeres están más instruidas y más activas en el mercado de trabajo que nunca, y cada vez con mayor frecuencia desempeñan funciones directivas. Pese a estos logros, su presencia en cargos directivos en las empresas sigue siendo inferior a la de los hombres.

Lea esta InfoStory y descubra por qué el equilibrio de género en todos los niveles empresariales es más benéfico para las empresas y para la economía en su conjunto.

Situación actual de la mujer

A nivel mundial, aproximadamente el 50% de las mujeres en edad de trabajar forman parte de la población activa, frente al 75% de los hombres. Pero por sí solas, estas cifras no ilustran toda la situación.

También en la educación terciaria la presencia femenina está superando a la de los hombres. África es hoy la única región del mundo en la que las mujeres adquieren menos competencias de nivel universitario que los hombres, y solo por un margen reducido.

Romper el techo de cristal

Desde 1991, las mujeres han ido incorporándose a cargos directivos con más rapidez que los hombres, en particular en los países de ingreso alto, sin embargo, los datos indican que falta mucho para que las mujeres estén en igual número que los hombres en esos cargos.

También se tiene que lograr algo parecido al equilibrio de género en los niveles más altos del mundo empresarial, en puestos ejecutivos y en los consejos de administración. Además, cuanto más grande es una empresa, menos probabilidades existen para que las mujeres accedan a cargos importantes.

Más allá del techo de cristal

Casi el 75% de las empresas del mundo aplican políticas de igualdad de oportunidades, diversidad e inclusión.

Sin embargo, nuestro estudio indica que la aplicación de esas políticas no es suficiente para solucionar el desequilibrio de género en los niveles máximos de las empresas. Ello se debe a que el típico techo de cristal no es el único obstáculo que afrontan las mujeres en el ascenso de su carrera profesional.

Una brecha persistente

La brecha salarial basada en el género no desaparece cuando las mujeres se desplazan hacia puestos directivos. De hecho, de los 93 países sobre los que se dispone de datos, dicha brecha es mayor en el caso del personal directivo que en el de los asalariados en 43 países.

La brecha salarial basada en el género sigue siendo un indicador persistente de desigualdad entre las mujeres y los hombres en el mundo del trabajo.

Las ventajas del equilibrio de género

La importancia comercial de un lugar de trabajo equilibrado entre los géneros está reforzándose continuamente. Dos terceras partes de las empresas encuestadas por la OIT coincidieron en que las iniciativas en materia de diversidad mejoraban sus resultados comerciales.

Cuando las empresas ponen en práctica una cultura empresarial inclusiva y políticas de inclusión, la probabilidad estimada de lograr:

– mayor rentabilidad y productividad es del 63%

– aumentar su capacidad de atraer y retener el talento es del 60%

– impulsar su creatividad, innovación y apertura es del 59%

– mejorar la reputación de la empresa es del 58%

– incrementar su capacidad de calibrar el interés y la demanda de los consumidores es del 38%

Cuando en los consejos de administración hay equilibrio de género, las empresas tienen casi el 20% más de probabilidades de tener mejores resultados comerciales.

El resultado final

La mayoría de las empresas harán todo lo que esté a su alcance para conseguir un 2 o un 3% de mejora de los márgenes de ganancia. De las empresas encuestadas por la OIT que controlan el impacto de la diversidad de género en la dirección, más de dos tercios dan cuenta de un aumento de sus beneficios de entre el 5 y el 20%.

En una empresa no se pueden ignorar los resultados económicos. Y en el clima económico incierto actual, la diversidad de género en la dirección es necesaria para lograr un rendimiento empresarial competitivo.

Reparar la fuga de talento femenino

– Promover el equilibrio entre trabajo y vida privada.

– Captar la atención para las políticas.

– Aprovechar el factor de atracción.

– Olvidarse de los prejuicios sociales.

En un mundo del trabajo en pleno proceso de cambio, en el que se prevé una escasez de competencias para los decenios futuros, las empresas tienden a pasar por alto el potencial de liderazgo femenino, con el riesgo que ello conlleva. Los datos son claros: el equilibrio de género –en especial en los niveles de adopción de decisiones– no solo es conveniente desde el punto de vista comercial, sino que además abre paso a empresas más diversas y más productivas que benefician a los trabajadores, a los empleadores y a las sociedades en su conjunto.

Última modificación: 06/03/2020