REFLEXIONES DE UN RESISTENTE

No sé si todas las zonas o territorios son iguales. No sé si todos los responsables son iguales.

Lo que sí sé es que es tremendamente injusto que mientras algunos compañeros entran en rotación para protegerse y proteger a los demás de un posible contagio, algunos otros somos elegidos, contra nuestra voluntad, para que opositemos a héroes y heroínas por nuestros jefes.

Algunos no tenemos oportunidad de intentar preservar nuestra salud evitando contactos fuera de nuestra casa.

Lo más curioso es que, por la información que me llega, en muchos casos somos los soldados rasos los que no entramos en las rotaciones, mientras que la mayor parte de los cargos directivos sí que lo hacen.

Desconozco qué criterio se sigue para designar si puedo trabajar desde casa o desde la oficina.

Desconozco porqué algunas oficinas se cierran y alivian la presión sobre algunos compañeros y otros nos tenemos que mantener en las oficinas abiertas, arriesgando nuestra salud.

Si esto ya es INJUSTO, lo que ya es desquiciante, es que encima de esto, me pidan reporting de mi actividad comercial.

SÍ, HAN LEIDO BIEN.

Estoy intentado sobrevivir a una pandemia y a unas cargas de trabajo brutales por estar en la oficina y me solicitan justificación de mi tiempo.

Tengo que atender a los clientes que vienen (menos que habitualmente, pero vienen), tengo que atender un teléfono que no para de sonar, tengo que atender una cantidad exagerada de correos electrónicos que no paran de entrar, tengo que responder solicitudes de clientes sobre nuevas materias que ni siquiera la entidad tiene claro cómo afrontar, tengo que ayudar a los compañeros que están en teletrabajo (banca de empresas, banca privada, equipos en rotación, directores de zona, recuperación irregular,…) en las tareas que a estos les resulta imposible realizar desde sus casas, dada la incapacidad de esta empresa en la implementación del teletrabajo, TENGO QUE INTENTAR NO CONTAGIARME EN UNA PANDEMIA MUNDIAL…

¡¡Y TENGO QUE HACER UN REPORTING DE MI ACTIVIDAD COMERCIAL!!

¿EN SERIO?

Esto no se soluciona con cartas del Consejero Delegado, ni del Presidente, ni de responsables, por cierto, que algunos ni se molestan en escribir. No se trata de cartas, de palabras vacías, de ordenar letras una detrás de otra, se trata de ser consciente de lo que está ocurriendo en las trincheras de esta guerra, de ayudar, de ser JUSTOS CON LOS SOLDADOS.