¿Vamos? Hartos de ir…

Van muchos días de negociación para alcanzar un acuerdo en el ERE planteado por la empresa.  En la primera reunión del periodo informal ya quedó clara la táctica de la dirección: dilatar el proceso todo lo posible para forzar a la parte sindical a negociar a última hora, sin tiempo y apresuradamente, para obtener ventaja.  

La representación de los trabajadores hemos intentado aprovechar el tiempo desde el primer día, habida cuenta de las importantes consecuencias que un ERE tiene. La dirección no lo considera así y ha perseverado en su táctica. Mientras que la representación sindical hemos trabajado intensamente para presentar una propuesta digna y justa para la plantilla, la representación empresarial, con su habitual desdén, contesta que necesita una semana para valorarla.

Una de las causas que esgrime la dirección en la presentación del expediente es el elevado aumento de clientes que utiliza los canales alternativos.  Recuérdese la insoportable presión que sufrimos toda la plantilla en la campaña de autoservicio, que además fue objetivo anual de oficina durante los pasados ejercicios.  Sí o sí había que derivar a nuestros clientes a otros canales por el artículo 33. Tampoco se olvide que la pandemia ha tenido gran importancia en este aumento y que, cuando volvamos a la normalidad, los clientes volverán a la oficina (si la hay). La exclusión de los servicios bancarios de parte de la población ya será un hecho irreversible.

Recientemente hemos conocido los magníficos resultados de Ibercaja Gestión hasta noviembre, con un crecimiento significativo de volumen gestionado y de captación de fondos (917 millones de euros) y con una rentabilidad media positiva. Son resultados impresionantes con la que ha caído durante este año, y lo que está aún por venir. Además del magnífico trabajo de nuestros compañeros y compañeras de esta PARTICIPADA, la plantilla de las oficinas ha tenido mucho que ver en esto, reteniendo y haciendo permanecer estos saldos en INTERMEDIACIÓN, realizando nuevas aportaciones y captando dinero de fuera. Sin embargo, esto no está sobre la mesa en la negociación del ERE porque la empresa ignoró los resultados de las participadas al plantearlo.

El señor Consejero Delegado tiene que hacérselo mirar, en todas la comunicaciones dirigidas a la plantilla durante este año, al final de ellas, siempre nos apela para que sigamos esforzándonos y mostremos profesionalidad y orgullo por pertenecer al proyecto que representa Ibercaja. Pero se olvida de que con buenas palabras solamente no se motiva, también se hace con los hechos y cualquiera que analice la marcha de la negociación del ERE hasta ahora, se da cuenta de que los hechos desmotivan, que la empresa aplica la ley del embudo y solamente se acuerda de los trabajadores para exigir. 

El Consejero Delegado se olvida de que para que un proyecto como éste salga adelante debemos estar todos juntos en el mismo barco, a las duras y a las maduras. Sin embargo, la dirección se ha colocado enfrente de toda la plantilla por su cerrazón y falta de escrúpulos al presentar propuestas indignas y rechazar la justa reivindicación de quienes, día a día, reman calladamente para que la entidad siga adelante. 

Así no vamos.