FeSMC-UGT presenta su primer informe de “Evolución de las Enfermedades Profesionales en los Sectores de FeSMC-UGT”.
Desde las organizaciones sindicales se viene insistiendo en la necesidad de revisar los procedimientos por los que se reconocen las enfermedades profesionales (EEPP). Entre otras, hay dos razones de peso, en cierto modo relacionadas, que tienen un impacto en la igualdad de todas las personas trabajadoras en el acceso a la adaptación de las condiciones de trabajo y en la protección que pueda derivarse del reconocimiento. Una tiene que ver con el excesivo peso de unas definiciones y procedimientos muy imbricadas en el contexto predominante de la producción industrial de principios del siglo XX. La otra, la insuficiente sensibilidad para identificar las dolencias y limitaciones específicas de los trabajos más feminizados.
En el informe elaborado por FeSMC-UGT se utilizan como indicador de la evolución de las enfermedades profesionales el número de partes comunicados (con baja y sin baja). Lo que nos permite incluir en el período objeto de análisis el año 2020. No obstante, para conocer la evolución en los sectores de FeSMC-UGT según sexo y edad utilizaremos los datos hasta 2019 ya que es hasta esta fecha hasta la que hay datos desagregados según esas variables
Las reducciones en los comunicados de enfermedades profesionales entre el 2012 y el 2020, a diferencia de los accidentes de trabajo tiene menor justificación en la oscilación del empleo y o la pandemia de 2020. La normativa, la gestión de los tramites, los procedimientos administrativos y los cambios en las entidades pagadoras, condicionan en mucha mayor medida. En 2006 se reconocieron 21.905 EEPP. En 2019, hubo 5.297 comunicados. En 2020 3.861.
Entre 2012 y 2014 se produce un incremento significativo de los comunicados de EEPP correspondientes a mujeres (del 34% al 40,6% del total). A partir de esa fecha se produce un descenso, situándose en 2019, en el 33,6%.
Paralelamente, entre 2012 y 2014, el número de comunicados sin baja era mayoritario. A partir de 2015, son mayoritarios los comunicados de EEPP con baja, con ligera tendencia a la baja. Una hipótesis a confirmar es que el aumento de comunicados correspondientes a mujeres lleva aparejado un incremento de los comunicados de los que se cursan sin baja.
Todo ello da cuenta de un conflicto que se salda con un deterioro de la salud de las personas trabajadoras y con una merma de sus niveles de protección. Un conflicto que adquiere, de forma creciente, rostro femenino.
Este debilitamiento en el reconocimiento de las enfermedades profesionales se desplaza en el tiempo. Las personas trabajadoras que protagonizan los comunicados son cada vez de mayor edad. Si en 2014 el 51% de los comunicados correspondió a personas que tenían menos 45 años, en 2019 el 54% tiene más de 45. Especialmente crece el número de comunicados de personas con 55 y más años.
Las dos dimensiones analizadas (sexo y edad) en la evolución de los comunicados de EEPP tienen un mayor alcance en los sectores de FeSMC, ámbito en el que dichos comunicados crecen un 125% entre 2014 y 2019.
Un 42% de los comunicados realizados en 2019 fueron de personas que trabajaban en alguna actividad de dicha federación. Cuatro años antes esa proporción era del 35%. Esa proporción sube hasta el 57% de trabajadoras en algún sector de FeSMC sobre el total de mujeres. Este incremento, es aún mayor en los sectores Hostelería y Turismo, Limpieza y Seguridad y Financiero, Seguros y Oficinas.
También adquiere mayor alcance en los sectores de FeSMC-UGT el crecimiento de los comunicados de EEPP sin baja (un 107% de incremento frente al 67,8% de los comunicados con baja).
La misma tendencia, más acusada se observa en relación con la edad: entre 2014 y 2019 se produce un incremento del 160% de comunicados de EEPP de personas con 55 años o más.
En los sectores de FeSMC-UGT las ocupaciones que experimentan un mayor crecimiento en el número de comunicados de EEPP son: entre las mujeres, Peones del transporte, descargadoras y reponedoras, Trabajadoras de los servicios personales, Otro personal de limpieza y Ayudantes de preparación de alimentos. Entre los hombres, que se ven afectadas más afectadas por enfermedades profesionales son las personas son los Ayudantes preparadores de alimentos, Trabajadores/as de los servicios personales y Cajeros y taquilleros.
La mayoría de los comunicados (por encima del 80%) corresponden a enfermedades profesionales causadas por agentes físicos, con una ligera tendencia a la baja.
Los datos analizados ponen de manifiesto que la identificación y reconocimiento de la enfermedad profesional requiere ser revisado con el objeto de preservar la salud de las personas trabajadoras que tenga en cuenta los cambios en la organización del trabajo y la forma en que esta incide en su salud. Pero también, que el ajuste presupuestario y el marco normativo no implique un ajuste vía reducción de comunicados y de los consiguientes reconocimientos. El aumento de la población ocupada, independientemente de las oscilaciones en el empleo, no justifica esa reducción.
Nos encontramos en un escenario en donde la falta de políticas e incumplimientos en materia de prevención hace que no se pueda avanzar en la reducción del número enfermedades profesionales
Las Enfermedades Profesionales no aparecen inmediatamente, por lo que su visibilidad es menor, al igual que su repercusión en los medios de comunicación. En muchas ocasiones no se relacionan estas patologías con las ocupaciones laborales de los afectados por parte de los profesionales sanitarios y las Mutuas produciendo graves consecuencias en los trabajadores y trabajadoras.
IMPACTO DE LA CRISIS SANITARIA EN EL EMPLEO DE LOS SECTORES DE FeSMC-UGT EN 2020