¿ACOSO LABORAL COMO SEÑA DE LIDERAZGO?

Puede parecer alarmante el título, pero, desgraciadamente, ésta es la realidad que están sufriendo algunas personas sometidas al mando de algunos/as líderes de esta Entidad.

Sabemos que hace tiempo que esta práctica se ha instaurado en ciertas Territoriales, incluso en Departamentos del Edificio Central. La cuestión ahora es que las personas afectadas ya no pueden más y están empezando a denunciarlo y mucho nos tememos que estos casos sean sólo la punta del iceberg.

Algunos Altos Cargos han decidido que la mejor manera de gestionar personal es imitar a Don Vito en sus formas. Alguno hasta se ha valido de espías e ideado trampas a compañeros y compañeras al más puro estilo de cualquier timador cutre. Otros ascienden y protegen a cualquiera que parezca disfrutar con el trato vejatorio a sus subordinados/as.

Como en UGT no necesitamos que nadie nos dé pruebas de que algunos mandos intermedios y altos de la Red cometen abuso de autoridad, hace tiempo que conocemos y denunciamos que se producen situaciones de Acoso Laboral escandalosas, que luego nos niegan en el Comité de Seguridad y Salud con la única excusa de que no pasan por la Comisión de Acoso. “Sólo ha habido un caso y la Comisión resolvió que no había acoso”, nos dijo la Jefa de Relaciones Laborales… con semejante afirmación a nadie le costará entender por qué los casos de acoso ya no pasan por esa comisión.

Lo triste es que, como se deduce de la respuesta del Área de Personas, aquí nadie reconoce esta práctica. No es simple pasividad, sino la estrategia. Guardan un silencio cómplice, respaldando por omisión el acoso. De Subdirector/a General para arriba en Ibercaja no respira nadie. Sabemos que los cargos están cubiertos por el coste que suponen sus emolumentos. Sin mover un dedo por la plantilla ni molestarse en escucharla. Sin dignarse ni a contestar una carta solicitando el cese de una actuación discriminatoria y abusiva.

Todo eso, que sale de las arcas que llenamos todos con nuestro trabajo, para que la Directora del Área de Personas llame con actitud intimidatoria a quien está denunciando acoso y derribo, en lugar de escucharle y poner solución, castigando a los culpables.

Así, la única vía que dejan a quienes sufren ese Acoso Laboral, que se está convirtiendo en la marca del Liderazgo en Ibercaja, es la denuncia ante un/a juez/a. Esto supone, en caso de que se demuestre, un coste para la Entidad que, como de costumbre, no terminará con un expediente disciplinario para quien lo consintió, ni para quien lo ejerció. Si nos descuidamos lo mismo termina en un feliz ascenso. Eso sí, el/la acosador/a no se irá de rositas, porque el acoso constituye un delito penal y, si se demuestra su culpabilidad, tendrá que afrontar una sentencia penal.

Por todo esto mucha de la plantilla afectada por los “abusos de autoridad” va a poder por fin despedir a esos “Altos cargos de la Red” que los cometían o respaldaban. NO gracias a otras secciones sindicales, será gracias al trabajo de UGT y a la confianza que varias personas afectadas han depositado en nosotros/as. La única pena es que a algún acosador la salida se la van a camuflar de salida “dignamente” merecida por edad. Lo bueno es que a nadie de los territorios afectados se le escapa de quién hablamos y lo que han hecho o consentido. Esperemos que sus acólitos tomen nota y dejen de maltratar a la plantilla que “gestionan” para evitarse males mayores.