Ayer, 16 de julio, se presentó, en la sede de UGT, en Madrid, el proyecto europeo “Cambios en el mercado laboral financiero: el impacto de la Directiva 2014/65 (MiFID II) y la digitalización. El papel clave del diálogo social y las relaciones laborales “, promovido por el sindicato italiano First-CISL, con la financiación de la Unión Europea y la participación de FeSMC-UGT.
Antonio Oviedo, secretario general de FeSMC-UGT-Madrid, dio la bienvenida a todos los participantes a la reunión de lanzamiento de este proyecto, anticipando alguno de los aspectos más relevantes del mismo.
La evolución del mercado laboral financiero está experimentando una fuerte aceleración debido a la progresiva digitalización del sector. Tras este proceso, las sucursales bancarias, entendidas como ubicaciones físicas de intermediación y prestación de servicios, están disminuyendo numéricamente en España y en Europa. Los bancos, con estos procesos, están desarrollando nuevos métodos de prestación de servicios y gestión de los distintos modelos de oferta, con especial atención a los canales múltiples y la red de ventas.
En este contexto de grandes transformaciones tecnológicas y organizativas, pero sobre todo culturales, la directiva 2014/65/UE, más conocido como MiFID II (Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros), que entró en vigor el pasado 3 de enero de 2018, trajo cambios significativos en el mundo bancario y financiero en general. La directiva presenta una amplia gama de disposiciones reglamentarias sobre la venta de servicios financieros, destinadas principalmente a fortalecer los derechos de los ahorradores e imponer requisitos organizativos y prácticas operativas en interés de los clientes. Los efectos de este proceso son objeto de estudio y análisis, con miras a aumentar los derechos y la protección de los consumidores y los trabajadores de bancos que participan en actividades de consultoría y, por lo tanto, fortalecer la confianza en la fiabilidad del sistema financiero.
La combinación de los procesos cada vez más rápidos de digitalización, por un lado, y la correcta aplicación de la Directiva 2014/65/UE, por otro lado, lejos de ralentizar el negocio, podría incluso tener los efectos de una aceleración positiva del cambio en curso, fortaleciendo garantías operativas y regulatorias para la protección del cliente en actividades de consultoría. Esto tendría un impacto evidente sobre las relaciones laborales en el sector.
Este proyecto tiene como objetivo principal reforzar la actual regulación europea sobre los mercados de valores por varias vías:
- Que la negociación organizada se desarrolle en plataformas reguladas.
- Introducir reglas sobre negociación algorítmica.
- Mejorar la transparencia y la supervisión de los mercados financieros, y abordar determinadas carencias de los mercados derivados de las materias primas.
- Reforzar la protección del inversor y las normas de conducta, así como las condiciones de competencia en la negociación y liquidación de instrumentos financieros.